Mallorca es conocida como isla de sol y playa, pero la Mallorca auténtica la conocerás con la salida de los turistas, que es cuando las temperaturas bajan y el cielo se vuelve gris, es entonces cuando se inicia la temporada de ferias en las que los pueblos se llenan de colores y vida. Cada pueblo tiene la suya y muchas están dedicadas a un producto especial elaborado en la isla.
Las ferias originalmente establecidas por los campesinos y payeses con el fin de vender sus productos y adquirir nuevos animales, máquinas y herramientas, se han acabado convirtiendo en los últimos años en un espectáculo para toda la familia.
Hoy en día las ferias cuentan con la exposición de animales y vehículos, actos culturales y presentaciones de tradiciones y costumbres de la isla, exposiciones de artesanía tradicional entre otros.
Donde también podemos encontrar: talleres, tiovivos, barracas de tiro y muchas más actividades de ocio.
Así es seguro que cada uno encontrará lo suyo.
Si estás pensando en comprar una propiedad en Mallorca, o si ya has comprado una casa en Mallorca, y queréis meteros en el papel de la vida isleña más fidedigna paseando por las ferias y como aquí se dice “firar-se”.
A continuación, os hemos preparado una pequeña guía con las ferias más bonitas e importantes de toda la preciosa zona norte de la isla:
La Feria de Alcudia siempre inaugura la temporada de las ferias de otoño, ya que se celebra el primer fin de semana de octubre.
Lo más destacable y seguramente más celebrado por los alcudienses es el pasacalle realizado por el grupo “s’Estol del Rei en Jaume” que incluye a varios personajes del mundo, tanto históricos como mitológicos de Mallorca. Como son el rey Jaume I, Ramon Llull o s’Amo de so na Moixa. Mientras recorren las calles del sábado por la tarde las figuras bailan, reparten dulces y persiguen a los niños.
La feria normalmente tiene lugar dentro de las impresionantes murallas de Alcudia dándole un ambiente medieval.
El segundo domingo de noviembre se celebra la Feria de la Calabaza en el hermoso pueblo de Muro. Como este pueblo se encuentra en el pleno centro de Mallorca rodeado de campos vegetales. No sorprende que su feria esté dedicada a una de las hortalizas protagonistas de los platos del otoño: la calabaza.
Desde 2007, se lleva a cabo un concurso de la calabaza más pesada. Un concurso que ha ganado mucha popularidad durante los últimos años y cuyas calabazas más pesadas han superado los 100 kg. Los restaurantes y bares de Muro ofrecen durante toda la feria platos especiales con la calabaza como ingrediente protagonista.
La Feria de Pollensa se celebra el cuarto domingo después de Sant Lluc (18 de octubre) y es una de las más viejas y las más recurridas de la isla. la primera fecha documentada se data en el año 1785, pero ya llevaba mucho tiempo celebrándose.
En 1985 se añadió la Feria de Artesanía que se celebra en el Convento de Santo Domingo en Pollensa, donde los visitantes pueden contemplar con asombro las artesanías tradicionales. La feria de Pollensa destaca sobre todo por mantener y presentar las costumbres mallorquinas, como bailes tradicionales acompañados por música de xeremiers o correfocs dels dimonis. Al mismo tiempo, se llevan a cabo talleres y eventos culturales como son los concursos de fotografía y obras teatrales, en los que tanto los pollensines como sus visitantes disfrutan tanto si participan o no.
Dijous Bo (“Jueves Bueno”) acoge sobre 200.000 visitantes al año, considerándose la feria más grande de Mallorca. Dando final a una serie de tres ferias sucesivas en Inca.
Mientras las tres primeras se celebran durante los domingos después de a Sant Lluc (18 de octubre), el Dijous Bo, como el nombre indica, se lleva a cabo durante el cuarto jueves después del santo mencionado.
Cada una de las tres ferias se dedica a un tema específico: la primera a las plantas, flores y agricultura, la segunda se centra en los motores y deportes, y la tercera se dedica a la época y a la sostenibilidad, con actos conmemorando el pasado. En cambio, el Dijous Bo, es una feria multitudinaria, en la que se puede encontrar de todo. Las primeras fechas de esta feria en Inca se datan en el siglo XVII, convirtiéndola en una de las ferias más antiguas de la isla. El inicio al gran Dijous Bo se da la noche del miércoles anterior, con uno de los correfocs más espectaculares de Mallorca. Por lo que no sorprende que se haga referencia al Dijous Bo como “La Feria de las Ferias”.
Este pintoresco pueblo celebra su Feria de la Aceituna el tercer fin de semana de noviembre. En ella se promociona la producción de aceitunas y aceite, una elaboración que se hace desde la época romana y por la que se ha hecho famoso el pueblo de Caimari.
En las exposiciones y muestras en las prensas de Oli de Caimari, los visitantes pueden aprender cómo se fabrican las aceitunas y el aceite. Porque si pensaba que consiste solo en la recolecta de frutas, va bien equivocado.
Aparte de las aceitunas, también se pueden encontrar otras cosas como es el concurso de perros pastores, que consiste en demostrar su habilidad en el manejo de rebaños de ovejas.
Todos amábamos la abeja Maya cuando éramos niños y en esta feria ella es la protagonista, o sea sus compatriotas, la Feria de la Miel en Llubí. Desde su comienzo en el año 2000, cada tercer domingo de noviembre todo el pueblo se envuelve de un aroma dulce. Por todo el pueblo, hay exposiciones entorno a la apicultura al igual que informaciones sobre los beneficios saludables de la miel e incluso sobre las especies de abejas autóctonas y foráneas. Vienen a Llubí apicultores de todas las Islas Baleares a presentar sus productos, que los visitantes podrán degustar infinitas variaciones de miel como muchos otros productos mallorquines.
El final de la temporada de ferias se cierra con la Feria del arroz en Sa Pobla el último fin de semana de noviembre. Un pueblo muy conocido en toda la isla por su comida. Las festividades comienzan el viernes con la celebración del Black Friday, día en el que los comercios ofrecen descuentos y las calles comerciales se recorren con un pequeño tren turístico.
Durante el fin de semana la Plaça Major se convierte en un gran arrozal, dónde también se expone el arroz “bombeta” y lo ponen a la venta. En la feria también se encuentra la iniciativa gastronómica “Menjar bé a Sa Pobla”, donde la mayoría de restaurantes y bares de Sa Pobla se esfuerzan en la elaboración de platos con el arroz como ingrediente estrella.
