El norte de Mallorca sorprende al visitante con playas de ensueño, yacimientos arqueológicos, preciosos caminos de montaña e impresionantes acantilados. Los múltiples atractivos de la zona llevan a infinidad de personas a interesarse por comprar una propiedad en Pollensa, uno de los municipios más bellos del norte de la isla.
El esplendor de Pollensa no ha pasado desapercibido a lo largo del tiempo y sus encantos han logrado captar la atención de personajes tan célebres como la escritora Agatha Christie, que se inspiró en esta localidad mallorquina para escribir una de sus novelas.
Quienes deciden comprar una propiedad en Pollensa no solo tienen la oportunidad de residir en una zona con mucha historia, sino también de disfrutar de las aguas cristalinas de sus playas y calas, de un clima suave durante todo el año y de una extensa y rica oferta gastronómica capaz de satisfacer los paladares más exigentes.
Para conocer la historia de Pollensa debemos remontarnos al año 2000 a.C., una época de la que todavía se conservan necrópolis, talaiots y otras construcciones que nos han permitido tener constancia sobre cómo vivían los pollensines en aquellos tiempos. No obstante, la villa de Pollensa no fue fundada hasta el año 1229, cuando el rey Jaume I venció a la resistencia musulmana y conquistó la isla de Mallorca.
Pollensa, Puerto de Pollensa, Formentor y Cala San Vicente son los núcleos que conforman este municipio situado entre el mar Mediterráneo y las montañas de la Sierra de Tramuntana.
Si está pensando en comprar una propiedad en Pollensa, desde Pollentia Properties le proponemos descubrir todos sus rincones y a conocer en detalle qué ofrecen los pueblos que componen esta localidad ubicada en el extremo septentrional de Mallorca.
Pollensa, que en agosto de 2021 fue reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España, es el lugar perfecto para perderse entre calles empedradas, sumergirse en la historia a través de vestigios arqueológicos y saciar el apetito con una exquisita oferta gastronómica en cualquiera de sus muchos bares y restaurantes.
Explorar las zonas más emblemáticas de Pollensa es sin duda la mejor forma de estar al corriente de las costumbres y tradiciones de uno de los pueblos con más encanto de Mallorca. Continúe leyendo y descubra cuáles son los sitios que no puede perderse al visitar Pollensa:
El Calvario y sus 365 escalones
El Calvario es un monte ubicado en lo alto de una escalinata compuesta por un total de 365 peldaños, uno por cada día del año. La escalera discurre entre cipreses y bonitas casas de piedra tradicionales para finalizar en una pequeña plaza formada por una ermita y un imponente mirador. Alcanzar la cima permite obtener una vista panorámica del pueblo contemplando el Puig de Maria y la bahía de Pollensa.
El Puente Romano y su misterioso origen
El Puente Romano, conocido en Pollensa como Pont Romà, es uno de los grandes enigmas de esta localidad mallorquina debido a que hoy en día su origen continúa siendo un misterio. Algunos historiadores tienen la teoría de que el puente permitía conducir el agua hasta la antigua localidad de Pollentia, que fue construida por los romanos y que en la actualidad recibe el nombre de Alcudia. Otros, en cambio, sitúan el origen del Puente Romano en la época medieval y aseguran que lo más probable es que fuera construido después de la Conquista de Mallorca por Jaume I en el año 1229.
Sea cual sea la razón exacta de la construcción del Pont Romà, lo que sí sabemos a día de hoy es que se ha convertido en una visita imprescindible en Pollensa.
El Puig de Maria y sus vistas panorámicas
Cuenta la leyenda que unas extrañas luces atrajeron a un grupo de pollensines hasta la cima del Puig de Maria y que allí encontraron una talla de la Virgen María. Ese curioso descubrimiento hizo que en el siglo XIV fuera elegido como emplazamiento para construir un santuario destinado a implorar protección a la Virgen ante la epidemia de peste negra que llegó a la isla en el año 1348 y que causó la muerte de alrededor del 20 % de la población mallorquina.
En la actualidad, son muchas las personas que deciden subir los 330 metros del Puig de Maria a través de una bonita excursión que transcurre entre encinares y finaliza en un monasterio con unas preciosas vistas de la Sierra de Tramuntana y las bahías de Pollensa y Alcudia.
Comprar una propiedad en Pollensa que esté situada cerca del Puig de Maria le brindará la oportunidad de disfrutar a diario de este escenario natural y de una panorámica excepcional. Recuerde que en Pollentia Properties disponemos de un dilatado catálogo de propiedades de lujo en venta en Pollensa y de casas de pueblo situadas en un entorno envidiable.
El Convento de Santo Domingo y su Festival de Música Clásica
Los frailes dominicos decidieron construir el Convento de Santo Domingo en el siglo XVI. Con el paso de siglos, el recinto ha tenido distintos usos y ha captado la atención de infinidad de personas debido a la belleza de su claustro.
Aunque a lo largo de su historia el Convento de Santo Domingo ha actuado como hospicio, escuela y cuartel de la Guardia Civil, en la actualidad es el epicentro de las actividades culturales que se celebran en el pueblo, donde destacan actos tan relevantes como el Festival de Música Clásica de Pollensa, que se festeja en el interior del claustro durante los meses de julio y agosto desde el año 1962.
Los Jardines Joan March y su extensa vegetación autóctona
La familia March, una de las más reconocidas de Mallorca, cedió una de sus propiedades al Ayuntamiento de Pollensa, que construyó en su interior un parque público y un jardín botánico que hoy en día se conocen como los Jardines de Joan March.
En su interior encontramos una vasta muestra de la vegetación autóctona de la isla y de especies como el tejo, el acebuche, el algarrobo, el ciprés o el naranjo, entre otros ejemplares.
No obstante, los Jardines de Joan March no solo merecen una visita por su variada vegetación, sino también por mostrar un pedacito de la historia de Pollensa a través de elementos como su torre gótica de origen medieval, que formaba parte de la antigua casa señorial de la familia Desbrull, una de las más famosas del pueblo.
Dar un paseo por los Jardines de Joan March también permite observar una estatua de Joan Mas, todo un héroe para los pollensines debido a que fue el encargado de organizar la defensa ante uno de los mayores ataques piratas que sufrió la localidad en el año 1550 y que finalizó con el triunfo del bando pollensín.
La Plaza Mayor de Pollensa y su mercado semanal
La Plaza Mayor de Pollensa se ha convertido en el punto de encuentro de quienes buscan un lugar con mucho ambiente para comenzar el día con un completo desayuno, tomar un café a media mañana o degustar la cocina típica de la isla en alguno de sus míticos restaurantes.
La oferta de restauración de la Plaza Mayor de Pollensa y sus animadas calles colindantes se complementan con un mercado semanal que tiene lugar todos los domingos por la mañana entre las 8:00 y las 13:30 horas. Pasear entre sus más de 300 puntos es la excusa perfecta para conocer de primera mano la artesanía y los alimentos típicos de la zona, así como para adquirir prendas de ropa, calzado y otros accesorios.
La Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y su retablo barroco
El pueblo de Pollensa fue creciendo alrededor de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles hasta convertirse en villa y llegar a ser uno de los lugares más famosos de la isla de Mallorca.
Aunque esta iglesia parroquial fue fundada en el año 1236, ha sido remodelada en varias ocasiones. Una de sus piezas más relevantes se sitúa en el altar mayor, donde es posible encontrar un retablo barroco realizado por el escultor mallorquín Pere Joan Obrador en el siglo XVIII y dedicado a la Mare de Déu dels Àngels.
La Font del Lleó y la necesidad de abastecer de agua al pueblo
La Font del Lleó o Fuente del León fue construida en el año 1813 y se convirtió en la primera fuente del pueblo, ya que hasta ese momento los pollensines se abastecían de agua a través de cisternas y pozos.
Las fuertes sequías y las dificultades que encontraban los habitantes del lugar para obtener agua los llevaron a celebrar la inauguración de la Font del Lleó con una gran fiesta, un acto con el que los habitantes dejaron de manifiesto su alegría ante la posibilidad de tener acceso a una fuente de agua en el centro del pueblo.
Dejamos atrás el encantador pueblo de Pollensa para trasladarnos hasta Cala San Vicente o Cala Sant Vicenç, donde las calas de agua cristalina y los paisajes de montaña ofrecen una imagen digna de postal incapaz de dejar indiferente a nadie.
Aunque el mero hecho de pasear por este pequeño pueblo pesquero ya es todo un deleite para los sentidos, las playas y calas de Cala San Vicente son sin duda alguna su principal atractivo.
Si a la hora de comprar una casa en Pollensa elige este enclave privilegiado situado al noroeste de Mallorca, no se olvide de echar un vistazo a nuestro listado de propiedades a la venta en Cala San Vicente. Pero antes descubra qué esconden sus bellos rincones y viva la magia que se respira en este maravilloso pueblo mallorquín:
Las Cuevas del'Alzinaret y su necrópolis del año 1600 a.C.
Acudir a Cala San Vicente no solo es una buena opción para los entusiastas del sol y la playa, sino también para los apasionados de la historia. Y es que allí se encuentran las Cuevas de l’Alzinaret, una necrópolis formada por varias cuevas que fueron excavadas alrededor del año 1600 a.C. y que se consideran el conjunto funerario pretalayótico más importante de la isla de Mallorca.
A pesar de que las investigaciones han revelado que existieron un total de trece cuevas, en la actualidad solo es posible visitar siete de ellas, ya que las demás fueron destruidas.
Aunque las Cuevas de l’Alzinaret son hoy por hoy un conjunto protegido, es posible visitarlas recorriendo un bonito bosque de encinas y un sendero que brinda la oportunidad de adentrarse en la historia de Mallorca y conocer, al mismo tiempo, uno de los rincones más llamativos e interesantes de Cala San Vicente.
Las Coves Blanques y sus extraordinarias vistas al Mediterráneo
Al igual que las Cuevas de l’Alzinaret, las Coves Blanques de Cala San Vicente también muestran un pedacito de la historia de Mallorca, además de unas preciosas vistas del mar.
La excursión a Coves Blanques es apta para toda la familia y lleva al senderista a recorrer el conocido como “camino de los prisioneros”, que como su propio nombre indica fue construido por prisioneros republicanos a principios de los años 40. Al final del sendero, que ofrece una panorámica espectacular del Mediterráneo, encontramos una cueva que antaño se utilizó para almacenar munición.
La Serra del Cavall Bernat y sus sombras proyectadas sobre las rocas
Cala San Vicente ofrece una de las mejores imágenes de la Serra del Cavall Bernat, un accidente geográfico que suscita una enorme curiosidad entre los residentes en Mallorca y los turistas que visitan la isla.
Y es que durante las primeras semanas de diciembre es posible apreciar la sombra de un caballo dibujada en las laderas de la Serra del Cavall Bernat, un acantilado de más de 360 metros de altura que se ha convertido en el escenario de uno de los acontecimientos naturales más curiosos de la isla.
Una vez averiguado qué ver en Pollensa y en Cala San Vicente, llega el momento de trasladarnos hasta Puerto de Pollensa, donde también disponemos de una gran variedad de villas en venta que cuentan con una ubicación excepcional.
Quienes se proponen comprar una propiedad en Pollensa encuentran en la zona del puerto uno de sus rincones favoritos al tratarse del lugar idóneo para pasear junto al mar, cenar en un restaurante en primera línea de playa o disfrutar de una ruta de senderismo.
Descubra a continuación qué ver en Puerto de Pollensa, también conocido como Puerto Pollensa o Port de Pollença, y cuáles son las áreas más destacadas de este precioso escenario mallorquín:
La Plaza Miquel Capllonch y sus múltiples restaurantes
La Plaza Miquel Capllonch es un lugar de obligada visita no solo por tratarse del centro neurálgico de Puerto de Pollensa, sino también por ser una zona muy animada al encontrarse repleta de bares y restaurantes con espaciosas terrazas.
El lugar debe su nombre a Miquel Capllonch Rotger, un pianista y compositor pollensín nacido en el año 1861 que a lo largo de su vida tuvo el privilegio de dar conciertos para varias familias de la realeza europea.
En la actualidad, esta pintoresca plaza empedrada también acoge un mercado semanal que se celebra todos los miércoles para poner a disposición de los visitantes una gran variedad de alimentos, prendas de ropa y productos de artesanía.
La iglesia parroquial de la Virgen del Carmen y su patrona de los marineros
Comprar una propiedad en Pollensa permite residir cerca de lugares tan singulares como la Plaza Miquel Capllonch, que además de ofrecer una amplia oferta de restauración acoge la iglesia parroquial de la Virgen del Carmen, un templo de estilo neogótico que data del año 1933 y que está dedicado a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y pescadores.
El Muelle Viejo y sus tradicionales llaüts
En el Muelle Viejo de Puerto de Pollensa encontramos la lonja, el edificio del club náutico y una muestra de las típicas embarcaciones de pesca mallorquinas. Entre estas últimas destaca el llaüt, un pequeño barco tradicional de las Islas Baleares que se concibió para la pesca de arrastre y que hoy en día también se utiliza para recorrer las zonas de costa.
El Pine Walk y su precioso paseo bordeado de pinos
Mallorca es conocida como “la isla de la calma” debido a la tranquilidad que emanan parajes como el Pine Walk, un paseo bordeado de pinos junto al mar Mediterráneo. Si busca un plan tranquilo durante su estancia en Mallorca, desde Pollentia Properties le recomendamos visitar el Pine Walk al amanecer si le apetece verlo en su máximo esplendor mientras contempla una preciosa salida del sol.
Después, puede aprovechar el día para caminar, darse un baño en alguna de las pequeñas playas del paseo, practicar deportes acuáticos como el kayak o el pádel surf y tomar un helado sentado en alguno de los bancos del Pine Walk situados frente al mar.
La Fortaleza y su privilegiada ubicación
Al llegar al final del Pine Walk es posible divisar la Fortaleza, cuyo origen se remonta al siglo XVII. El edificio fue creado para ser un lugar de defensa y proteger la bahía de Pollensa de las incursiones piratas. No obstante, la amenaza de los corsarios fue en descenso con el paso del tiempo y desapareció por completo en el siglo XIX, por lo que el Estado decidió venderla.
Entre sus compradores encontramos al pintor argentino Roberto Ramaugé, que adquirió la Fortaleza en el año 1919 y la sometió a una intensa reforma con el objetivo de llenarla de obras de arte y transformarla en una vivienda de lujo.
El comienzo de la Guerra Civil española en el año 1936 provocó que el inmueble fuera confiscado por el Ejército del Aire y tuviera de nuevo un uso militar. No fue hasta 1984 cuando La Fortaleza volvió a ser propiedad de los herederos de Roberto Ramaugé. En 2011, el tesorero del partido conservador británico James Lupton adquirió la propiedad por 40 millones de euros, cifra que la situó entre las propiedades más caras de España.
Su sensacional emplazamiento y sus magníficas vistas panorámicas sobre el mar Mediterráneo han convertido a la Fortaleza en el escenario de series como The Night Manager, protagonizada por el actor Hugh Laurie, y de bodas tan célebres como la del famoso tenista Rafa Nadal.
En la actualidad, la Fortaleza pertenece a un empresario noruego llamado Ivar Erik Tollefsen que la compró por unos 62 millones de euros. Aunque no es posible visitarla debido a que se trata de una propiedad privada, merece la pena llegar hasta el final del Pine Walk para contemplarla y poder observar desde lejos uno de los edificios más emblemáticos de la isla de Mallorca.
En el mundo existen pocos lugares que desprendan tanta magia como Formentor, una península situada junto a Puerto de Pollensa. Su impactante belleza lleva a multitud de personas a interesarse por comprar una propiedad en Pollensa que se encuentre ubicada lo más cerca posible de algunos de los puntos más representativos de Formentor, entre los que podemos enumerar los siguientes:
El Mirador del Colomer y su paisaje digno de una postal
Recorrer en coche o bicicleta la carretera que va desde Puerto de Pollensa hasta el Faro del Formentor es todo un placer para la vista, y más aún si incluye una parada en el Mirador del Colomer o Mirador de Sa Creuta, ubicado a más de 200 metros de altura.
Cuando cae el sol, este espectacular rinconcito de Formentor ofrece una de las imágenes más bellas de Mallorca. Y es que existen pocas escenas más hermosas que un atardecer sobre el mar Mediterráneo y la Sierra de Tramuntana en este lugar que ha sido inmortalizado por muchos pintores que no pudieron resistirse a la belleza del Mirador del Colomer.
La Atalaya de Albercutx y sus imponentes vistas a la Sierra de Tramuntana
En el Mirador del Colomer existe un camino asfaltado que permite llegar hasta la Atalaya de Albercutx, una torre fortificada que data del siglo XVI y que durante mucho tiempo fue uno de los principales puntos de vigilancia de Mallorca.
En tiempos pasados, sus 380 metros de altura ofrecían una fantástica visibilidad y permitían dar aviso con gran rapidez cuando el enemigo se acercaba a las costas mallorquinas. En la actualidad, su emplazamiento permite disfrutar de una de las panorámicas más sensacionales de la Sierra de Tramuntana y las bahías de Pollensa y Alcudia.
El Faro de Formentor y su ubicación a 190 metros sobre el nivel del mar
Abandonamos el Mirador del Colomer y la Atalaya de Albercutx para continuar por la serpenteante carretera que llega hasta el Faro de Formentor, que fue inaugurado en el año 1863 con el objetivo de ayudar a las embarcaciones a navegar por las costas mallorquinas con una mayor seguridad durante la noche.
Su emplazamiento a unos 190 metros sobre el nivel del mar dificultó su construcción, aunque también nos ofrece una de las visiones más espectaculares del mar Mediterráneo.
Si tiene pensado subir hasta el Faro de Formentor, recuerde que el acceso suele estar restringido desde finales de junio hasta mediados de septiembre entre las 10.00 y las 22.30 horas.
El término municipal de Pollensa fue durante más un siglo el punto de encuentro de los artistas que visitaban la isla de Mallorca. Por estas tierras han pasado personajes tan reconocidos como el pintor Tito Cittadini, el poeta Miguel Costa y Llobera, el pintor Joaquín Mir, la escritora Agatha Christie, el pintor Hermenegildo Anglada Camarasa, el escritor Ramón Picó i Campamar, el pintor y dramaturgo Santiago Rusiñol, la compositora Marilina Ross o el pintor Dionís Bennàssar.
En los tiempos que corren, Pollensa puede seguir presumiendo de ser uno de los municipios de Mallorca con una mayor oferta cultural al incluir en su agenda de eventos acontecimientos tan relevantes como los que describimos a continuación:
La creación del Museo de Pollensa se remonta al año 1975 y nació como fruto de la influencia de la pintura en el pueblo, una disciplina artística que atrajo a personajes de la talla del catalán Hermenegildo Anglada Camarasa o el argentino Tito Cittadini Podesta. No obstante, estos reconocidos pintores son solo un ejemplo de los muchos artistas que encontraron en este rincón mallorquín una fuente de inspiración para sus obras debido a sus espectaculares paisajes de mar y montaña.
El Museo de Pollensa está ubicado en el Claustro de Santo Domingo, es posible visitarlo de manera gratuita y en su interior alberga diversas piezas de arte donde destaca un gran mandala de Kalachakra que el propio Dalái Lama donó al pueblo de Pollensa.
Si nos centramos en la oferta cultural de Pollensa también debemos dedicar unas líneas a la Casa Museo Dionís Bennàssar. El lugar debe su nombre al pintor Dionís Bennàssar Mulet y está situado en la casa donde el propio artista, nacido en Pollensa en 1904, residió buena parte de su vida.
Quienes deciden visitar el museo pueden hacerlo sin ningún tipo de coste y encontrar en su interior una amplia muestra del legado artístico del pintor, así como una colección de muebles y otros objetos personales que pertenecieron a Dionís Bennàssar.
Cabe señalar, asimismo, que la Casa Museo Dionís Bennàssar no solo acoge las obras del pintor, sino que también es la sede de la Fundación Dionís Bennàssar. Se trata de una organización cultural sin ánimo de lucro que tiene como objetivo exponer, catalogar, conservar y promover la obra de Dionís Bennàssar, así como organizar diferentes exposiciones, conferencias, conciertos y otras actividades culturales que mantengan vivo el arte.
Comprar una propiedad en Pollensa es la opción perfecta para los que buscan un buen clima, una gastronomía deliciosa, unos paisajes de ensueño y una extensa oferta cultural.
Entre las actividades que tienen lugar en este municipio situado en la zona norte de la isla podemos destacar el Festival de Música Clásica de Pollensa, que se celebró por primera vez en el año 1962 de la mano del violinista inglés Philip Newman. Desde entonces, alrededor de 800 artistas han formado parte del Festival interpretando su música en el Claustro de Santo Domingo, el lugar elegido para festejar este acontecimiento debido a su excelente acústica y su inmejorable ubicación.
Más de 60 años después, son muchas las personas que siguen acudiendo al Festival de Música Clásica de Pollensa cada mes de agosto para disfrutar de buena música en un enclave extraordinario.
El municipio de Pollensa atrae a turistas y residentes por sus agradables temperaturas, su rica gastronomía, su gran oferta cultural y, por supuesto, sus preciosas playas de aguas cristalinas. Quienes se proponen comprar una propiedad en Pollensa cerca de las playas más bellas encuentran en el siguiente listado lugares únicos para gozar del sol y el mar:
Las personas que buscan un sitio tranquilo que sea ideal para disfrutar de un agradable baño encuentran su lugar favorito en las playas de Cala San Vicente. Sus aguas transparentes perfectas para los amantes del snorkel, sus hoteles de cinco estrellas y sus selectos restaurantes sitúan a este rinconcito del norte de Mallorca entre los mejores para disfrutar de un turismo de calidad alejado de las masificaciones.
Cuatro son las playas que el visitante puede descubrir al adentrarse en Cala San Vicente: Cala Barques, Cala Clara, Cala Molins y Cala Carbó. Conozcamos con más detalle qué ofrece cada una de ellas:
Para llegar hasta Cala Bóquer hay que aparcar el coche en Puerto de Pollensa y hacer una excursión a pie de unos 90 minutos de duración sumando la ida y la vuelta.
Aunque es más sencillo acudir a otras playas de Pollensa, los incondicionales del mar y el senderismo consideran que Cala Bóquer es el destino perfecto. Y es que para llegar hasta esta playa de roca primero se debe atravesar un paisaje que deleita la vista con acantilados y antiguos hornos de piedra. Además, adentrarse en el camino que va desde Puerto de Pollensa hasta Cala Bóquer también permite conocer un poco mejor la historia del lugar, ya que a lo largo de la travesía es posible encontrar los restos de Bocchoris, uno de los poblados talayóticos más antiguos de la isla de Mallorca.
Al finalizar la ruta llegamos hasta Cala Bóquer, una playa de piedras y aguas poco profundas que pese a requerir el uso de escarpines para no sufrir daños en las plantas de los pies, tiene unas vistas preciosas y unas aguas cristalinas.
El Faro de Formentor ofrece una de las panorámicas más espectaculares de Mallorca con sus majestuosas vistas al mar Mediterráneo. Visitarlo implica hacer una parada obligatoria en la playa de Formentor, una de las más bonitas de la isla.
Su arena blanca, su agua de color turquesa y sus densas zonas de pinos crean un paisaje de una belleza inigualable e invitan a disfrutar de un refrescante chapuzón durante los meses más calurosos del año.
La playa de Formentor tiene alrededor de un kilómetro de longitud, cuenta con vistas a la Sierra de Tramuntana y ha recibido la Bandera Azul, todo un símbolo de calidad, seguridad y protección del medioambiente.
Las personas que optan por comprar una propiedad en Pollensa tienen el privilegio de residir muy cerca de una playa que, además de contar con una belleza paisajística única, brinda al visitante la posibilidad de alquilar hamacas y sombrillas, así como de comer en restaurantes compuestos por una carta de lo más completa perfecta para combatir el hambre después de un gratificante baño.
Cala Murta está situada en la Bahía de Formentor y solo es posible acceder a ella a pie o en barca, lo que la convierte en una de las playas más tranquilas del municipio de Pollensa.
Para llegar hasta Cala Murta hay que aparcar el coche en la carretera de Formentor y caminar poco más de un kilómetro por un precioso bosque de pinos que desemboca en esta cala rodeada de acantilados.
Encontrar una playa poco frecuentada en Mallorca no es fácil en los tiempos que corren, aunque por suerte la isla todavía cuenta con rincones libres de aglomeraciones que embelesan con aguas claras, acantilados, paz y naturaleza en estado puro.
Vemos una muestra de ello en Cala Figuera, una cala de rocas ubicada a unos 15 kilómetros de Puerto de Pollensa, en la carretera que va hacia el Cabo de Formentor. Sin duda, merece la pena hacer el recorrido de 20 minutos a pie que separa la carretera de la playa, ya que nos encontramos ante un lugar que sorprende por su belleza y sus bosques de pinos.
Aunque no es una de las más bonitas de Pollensa, la playa Sa Marina, situada en el área de la bahía, atrae todos los veranos a los aficionados al kitesurf y el windsurf debido a la intensidad del viento, su fácil acceso y su cercanía a zonas de aparcamiento y restaurantes frente al mar, estos últimos muy útiles cuando hace falta reponer fuerzas tras una sesión de deporte acuático.
A pesar de tratarse de una de las playas menos conocidas de Pollensa, El Caló es todo un paraíso para las personas que buscan una playa virgen donde haya un escaso número de bañistas incluso en los meses más calurosos del año.
No obstante, resulta indispensable gozar de una excelente forma física para llegar hasta El Caló, ya que para disfrutar de este paraje natural hay que hacer una excursión de alrededor de cuatro kilómetros que atraviesa intensas subidas y bajadas para desembocar en esta cala que, al estar muy abierta al mar, puede presentar un fuerte oleaje en los días más ventosos.
Nada mejor que comprar una propiedad en Pollensa para acudir a sus múltiples ferias o fires, magníficas para sumergirse en las costumbres, las tradiciones y la cultura de esta localidad norteña donde existe la posibilidad de visitar ferias como estas:
La isla de Mallorca cuenta con alrededor de 70 bodegas, y son muchas las que exponen sus vinos en la Fira del Vi de Pollença, un evento que se celebra todos los años en el pueblo de Pollensa y una cita ineludible para las personas que desean probar los vinos mallorquines.
Este 2023, en Pollentia Properties tendremos el placer de ser uno de los patrocinadores de este acontecimiento que, una vez más, reunirá a varias bodegas de la isla en un encuentro único que este año tendrá lugar los días 6 y 7 de mayo.
La celebración de la Fira del Vi de Pollença comenzó en el año 2004 gracias a la labor de la Associació Vi Primitiu de Pollença, que organizó la feria con el objetivo de brindar a las bodegas de Mallorca la oportunidad de dar a conocer sus productos. En la actualidad, el evento también cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Pollensa.
Las personas que optan por adquirir una vivienda en Pollensa suelen mostrar un gran interés por conocer a fondo las costumbres y tradiciones del lugar, y la Fira de Pollença es el lugar idóneo para introducirse en la cultura pollensina.
Pese a que el primer dato documental de esta feria es del siglo XVIII, hay historiadores que aseguran que la celebración de este evento se remonta a mucho tiempo atrás. Sea cual sea su origen exacto, es importante recalcar que la Fira de Pollença continúa muy viva hoy en día y que este 2023 se celebrará los días 10, 11, 12 y 13 de noviembre.
Durante esas fechas, el pueblo de Pollensa se llenará de personas deseosas de asistir a demostraciones y talleres para todos los públicos, cuenta cuentos para niños, conferencias e, incluso, conciertos de música en vivo.
Merece una mención especial la Muestra de Artesanía o Mostra d’Artesania, que es la más antigua de Mallorca y reúne a los mejores maestros artesanos de la isla para que puedan enseñar sus trabajos a los asistentes.
Las fiestas populares de Pollensa son el punto de encuentro tanto de los turistas como de los residentes en Mallorca que quieren pasar un buen rato y, al mismo tiempo, ser partícipes de algunas de las festividades más famosas de la isla.
En Pollentia Properties desgranamos las características y peculiaridades de las fiestas populares que cada año se celebran en el pintoresco municipio de Pollensa:
Cada 2 de agosto se celebra el día Nuestra Señora de los Ángeles y la fiesta más importante de Pollensa: La Patrona. Se trata de un acontecimiento donde se dan cita personas de toda la isla que se caracteriza por la realización del simulacro de una de las batallas disputadas entre moros y cristianos en el siglo XVI, la cual se saldó con la victoria de los pollensines.
El simulacro de las fiestas de La Patrona de Pollença comienza en la plaza de la Almoina y recorre las calles del pueblo hasta llegar al campo de fútbol de Ca n'Escarrinxo, donde los cristianos de alzan con la bandera corsaria.
Dejamos Pollensa para trasladarnos hasta Puerto de Pollensa, donde cada 29 de junio el pueblo se viste de gala para celebrar las fiestas de San Pedro o Sant Pere, patrón de los pescadores.
En una localidad ubicada junto al mar Mediterráneo no podía faltar una fiesta como esta, que homenajea a quienes trabajan en la mar con cenas al aire libre, bailes regionales, conciertos y mercadillos.
Los habitantes de Puerto de Pollensa no solo salen a la calle para vivir con alegría las fiestas de San Pedro cada 29 de junio, sino también para rendir homenaje a la Virgen del Carmen en un acto que tiene lugar el 16 de julio. Ese día se celebran las fiestas de la Mare de Déu del Carme, patrona de los marineros, en un evento repleto de música y baile que culmina con una procesión marinera por la Bahía de Pollensa.
Nos trasladamos hasta Cala San Vicente para hablar acerca de sus fiestas, que a mediados del mes de agosto reúnen a multitud de pollensines que se animan a acudir a conciertos, exposiciones, recitales, bailes y cenas al aire libre perfectas para disfrutar de la agradable noche mallorquina con el mar como telón de fondo.
Aunque son muchas las fiestas de Pollensa que se celebran durante los meses de verano, existe una festividad que también es de gran relevancia para sus habitantes y que tiene lugar en la noche del 16 de enero. Nos referimos a la fiesta de Sant Antoni, que también se celebra en otros muchos puntos de la isla y que tiene a los famosos foguerons, las hogueras y los demonios o dimonis como protagonistas.
Las hogueras van acompañadas de música, espectáculos con fuego y caperrots, estos últimos unos personajes de grandes cabezas que suelen hacer las delicias de los más pequeños de la casa.
No obstante, el acto más importante de la fiesta de Sant Antoni tiene lugar al día siguiente con la bendición de los animales y la recogida del Pi de Ternelles, que agrupa a los pollensines para participar en el traslado de un pino de más de 20 metros de altura desde la finca de Ternelles hasta el centro de la Plaça Vella de Pollensa.
Durante la celebración de este esperado acontecimiento, los habitantes del lugar que deciden sumarse a la fiesta acuden a recoger un pino que previamente ha sido talado y lo trasladan hasta la Plaça Vella, donde lo plantan y lo enjabonan para subir por su tronco y ser los primeros en llegar hasta la cima.
La gastronomía típica de Pollensa, los objetos de artesanía y los puestos de ropa y calzado se dan cita en los mercados semanales que se instalan a lo largo y ancho de los diferentes núcleos del municipio para recibir a residentes y turistas deseosos de sumergirse en la cultura pollensina.
Pasear entre los diferentes stands que componen estos tradicionales mercados se convierte en el plan perfecto para conocer de primera mano las costumbres de los pollensines y adquirir productos típicos de la zona disfrutando de un ambiente alegre y distendido. Descubramos a continuación cuáles son los principales mercados semanales de Pollensa:
Comenzamos este recorrido por los mercados semanales en Pollensa, que se instala en el centro del pueblo cada domingo de 08.00 a 13.30 horas con más de 300 puntos de venta donde es posible comprar desde alimentos hasta artesanía, pasando por prendas de ropa, zapatos, flores y otros productos.
Puerto de Pollensa invita a levantarse temprano para contemplar el amanecer sobre el mar caminando por el Pine Walk o paseo de los pinos y finalizar la ruta en su tradicional mercado, que se celebra desde el año 1986 y tiene lugar todos los miércoles entre las 08.00 y las 13.30 horas en la plaza Miquel Capllonch. En la actualidad, cuenta con alrededor de 200 puestos repletos de frutas, verduras, plantas, objetos de artesanía y mucho más.
Pollensa no solo merece una visita por sus preciosas playas, su riqueza histórica y sus espléndidas rutas de senderismo, sino también por el gran número de actividades que se pueden llevar a cabo en el municipio:
Los tours en kayak son magníficos para hacer deporte y, al mismo tiempo, llegar hasta pequeñas calas de agua cristalina que solo son accesibles por mar. Entre las más llamativas encontramos la Cueva Azul o Cueva del Vell Marí, situada en Cala Bóquer y famosa por sus aguas de un intenso azul turquesa, así como por tratarse de un impresionante escenario natural fantástico para nadar y vivir una experiencia única en Pollensa.
La Bahía de Pollensa esconde abundantes calas de ensueño, muchas de ellas solitarias incluso en los meses de temporada alta al ser accesibles solo por mar.
Aunque organizar un tour en kayak permite conocer algunas de ellas, hacer una excursión en barco suele ser la opción idónea para quienes buscan adentrarse en algunos de los parajes naturales más impresionantes de la zona de una forma más cómoda y rápida.
Por suerte, en Pollensa hay varias empresas que se ocupan de planificar paseos en barco a lo largo de la Bahía que incluyen visitas a calas, playas y cuevas a través de un recorrido inolvidable por las aguas del mar Mediterráneo.
Los apasionados del senderismo encuentran en el municipio de Pollensa infinidad de rutas con una gran riqueza natural y paisajística y diferentes niveles de dificultad. Entre ellas, podemos destacar las siguientes:
Las excursiones en pádel surf permiten conocer Pollensa de una forma diferente combinando el deporte con la visita a cuevas marinas, calas vírgenes y otros escenarios naturales de una belleza sin par. Hoy en día existen diversas empresas que ofrecen rutas de pádel surf tanto para principiantes como para expertos en esta disciplina.
La fauna de Pollensa es muy rica y variada y son muchos los aficionados a la ornitología que acuden al municipio para disfrutar de la observación de aves. Uno de los mejores lugares para contemplar a estos animales es el humedal de La Gola, una reserva de aves que también alberga el Centro de Turismo Ornitológico de La Gola, el sitio más apropiado para aprender cosas nuevas sobre el fascinante mundo de las aves.
Las personas que no se sienten del todo cómodas con el buceo pero desean explorar el fondo marino de las playas de Pollensa encuentran en el snorkel una actividad fascinante.
Y es que nos encontramos ante una práctica sencilla y divertida que invita a nadar entre peces, descubrir la posidonia y observar la flora y la fauna que se esconde bajo el mar.
El kitesurf, también conocido como kitesurfing, kiteboarding o flysurfing, es un deporte acuático que recurre al uso de una cometa de tracción que propulsa al deportista y le permite deslizarse sobre las olas del mar.
La Bahía de Pollensa reúne las condiciones meteorológicas idóneas para gozar del kitesurf y hoy en día son muchas las escuelas que enseñan a sus alumnos todos los secretos de esta disciplina que ya cuenta con montones de adeptos.
Durante los meses de verano es habitual encontrar diferentes grupos de personas disputando un partido de vóley en las playas de Pollensa, sobre todo en las del puerto debido a su amplitud y a la suavidad de su arena.
En la estación primaveral la localidad de Pollensa se llena de ciclistas ávidos por explorar los rincones más sorprendentes de la zona a golpe de pedal. Una ruta perfecta para conocer el lugar es la que comienza en Puerto de Pollensa para atravesar la carretera de Cala San Vicente, llegar hasta Pollensa y coger la Ma-2201 para finalizar en Alcudia.
Otra opción consiste en la realización de una ruta por la carretera del Faro de Formentor, que a pesar de estar indicada para los ciclistas más experimentados merece mucho la pena debido a sus exquisitas vistas.
La isla de Mallorca cuenta con más de una veintena de campos de golf y uno de ellos se encuentra en Pollensa. Nos referimos a Golf Pollença, que fue inaugurado en el año 1986, está dirigido a jugadores de cualquier hándicap, organiza clases y torneos de golf y destaca por sus increíbles vistas a la Sierra de Tramuntana y a las bahías de Alcudia y Pollensa.
Pollensa es un municipio que no deja indiferente a los devotos del mar, el senderismo, la historia y las tradiciones mallorquinas. Sus múltiples atractivos hacen que cada vez sean más las personas que se interesan por comprar una propiedad en Pollensa.
Encontrar la vivienda óptima no es fácil, y por eso en Pollentia Properties trabajamos con un equipo multilingüe con una vasta experiencia en el mercado inmobiliario que se ocupa de identificar las necesidades de cada cliente y de adaptarse a sus gustos y preferencias con un claro objetivo: encontrar la casa idónea para cada comprador.
Nuestro catálogo de propiedades se compone de inmuebles ubicados en todas las áreas de Mallorca, incluidas zonas como Pollensa, Puerto de Pollensa, Cala San Vicente y Formentor, donde contamos con un extenso abanico de villas, fincas, apartamentos, solares y casas de pueblo ideales para empaparse de la esencia de uno de los municipios más bonitos de Mallorca.
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