Durante el pasado mes de mayo vio la luz el decreto ley 9/2020, en referencia a las medidas urgentes de protección territorial de las Islas Baleares. Pollentia Properties, tu inmobiliaria en Pollensa, te explica los puntos más importantes en este blog, toma nota.
Su entrada en vigor el mismo día de su publicación, el día 25, pone de manifiesto las consecuencias de otro decreto ley de ese mismo mes, el 8/2020, que buscaba reactivar la actividad económica y que planteó las bases para dinamizar el sector de la construcción, la reforma y cambio del uso de los hoteles.
A las condiciones legales de adquisición de un inmueble en Mallorca se suma ahora unnuevo decreto en relación a la construcción que busca ampliar la protección del suelo rústico de las Islas, contener el desarrollo urbanístico e introducir medidas para la integración paisajística y ambiental, así como de ahorro de agua.
Si hablamos de suelo urbano con urbanización no consolidada hacemos referencia a suelos considerados urbanos que, de acuerdo con la nueva ley no deberían serlo ya que no gozan de los servicios urbanísticos a los que hace referencia la Ley de Urbanismo de las Baleares. La nueva ley busca así la adaptación a la actual normativa, lo que podrá llevar a la clasificación del suelo como urbanizable o suelo rústico.
La nueva norma contempla la suspensión en la tramitación de planeamiento de desarrollo, instrumentos de gestión y el otorgamiento de cualquier autorización o licencia para todos los suelos urbanos con urbanización no consolidada de uso residencial, turístico o mixto que cumplan con los todos los requisitos del artículo.
Los Consells Insulares, así como el Ayuntamiento de Palma deberán adaptarse a la nueva ordenación, debiendo tener la aprobación inicial de la misma con anterioridad al 31 de diciembre de 2021. De no ser así la competencia sería asumida por el Govern balear.
El plazo para la adaptación de aquellos suelos urbanos no consolidados afecta exclusivamente a los suelos que cumplan todos los requisitos del artículo. Entre ellos se hace alusión a los suelos urbanos clasificados por el planeamiento de uso residencial, turístico o mixto, que no gocen de los servicios urbanísticos. También a que no se haya iniciado la ejecución de obras o que se esté fuera de los plazos, así como a suelos que no estén rodeados en más de 2 tercios por terrenos urbanos, completamente urbanizados.
Se busca así paralizar toda tramitación en dichos suelos hasta que el respectivo Consell Insular o el Ayuntamiento de Palma procedan a la adaptación del planeamiento, con la facultad de ordenarlo como suelo urbanizable o bien como suelo rústico.
A diferencia de la moratoria del suelo urbano no consolidado, debemos tener en cuenta la desclasificación del suelo urbanizable programado y el no programado. Los primeros, destinados a uso residencial turístico o mixto y que cumplan los requisitos mencionados a continuación, quedarán automáticamente desclasificados, pasando a tener la condición de suelo rústico común. Los requisitos para la desclasificación de estos suelos desarrollables son:
• Que el planeamiento general municipal no esté adaptado a las determinaciones para suelos urbanizables del Plan Territorial Insular.
• Que no se haya iniciado la ejecución material de nueva urbanización.
• Que hayan vencido los plazos para su ejecución.
En el texto se establece además que se mantendrá la clasificación de suelo urbano o urbanizable para aquellos terrenos que a la entrada en vigor del decreto ley estén tramitando su adaptación al Plan Territorial Insular, debiendo haber alcanzado la aprobación inicial y sin que hayan pasado tres años desde su último acto esencial en su tramitación.
Por su parte, en el segundo caso quedarían desclasificados siempre que su vigencia sea superior a 8 años y no hayan aprobado inicialmente el Programa de Actuación Urbanística. En este caso no es preciso que los suelos cumplan los requisitos antes mencionados, sino únicamente el transcurso del plazo y la inexistencia de aprobación inicial. Tampocoexiste discriminación por razón de usos.
En este caso se adoptan una serie de medidas para la reducción de ciertos parámetros edificatorios. Se incluyen la imposibilidad de construcción de viviendas unifamiliares en los terrenos incluidos en áreas de prevención de riesgos de erosión, desprendimiento, incendio o inundación. También la reducción de parámetros edificatorios en las categorías de suelo rústico del Plan Territorial Insular con limitación de superficie máxima construible, o el porcentaje máximo de la parcela que se puede ser ocupado por la edificación.
Así mismo el planeamiento municipal o urbanístico podría ser más restrictivo ante la solicitud de nuevas edificaciones o la reforma integral de las existentes. Salvo explotaciones agropecuarias se deberá incluir un proyecto técnico que recoja determinadas medidas de integración ambiental y paisajísticas para minimizar el impacto de estas. Se establecen de esta forma las medidas necesarias para el ahorro de agua consistentes en recogida de pluviales y su reutilización.
Como resumen podemos decir que la nueva normativa nos obliga a tener en cuenta el uso del suelo que buscamos a la hora de edificar o comprar una casa en Mallorca. De este modo, si lo que buscamos es diseñar un espacio personalizado deberemos informarnos de todas las medidas aprobadas recientemente. Para ello contamos con un equipo especializado dispuesto a resolver cualquier consulta sobre cómo debes actuar antes de comprar tu casa en Mallorca. Nuestra inmobiliaria en Pollensa te ayuda con todas tus dudas, te asesoramos en todo lo necesario para que te mantengas al día de las últimas novedades inmobiliarias.
