Por si quedaban dudas al respecto, Mallorca es el mejor lugar del mundo para vivir. El paraíso mediterráneo abre sus puertas a todos aquellos amantes de la buena vida y los paisajes que quitan el aliento.
Si bien millones de personas visitan la isla durante todo el año, no son pocos los que anhelan instalarse en este codiciado enclave. La tranquilidad de encontrarse en un sitio seguro y sin demasiado ajetreo, el buen tiempo perenne durante casi todo el año, la facilidad de contar con un aeropuerto internacional en la capital y el creciente entramado empresarial son solo un puñado de los tantos motivos por los cuales muchas personas deciden trasladarse e instalar su hogar familiar en la isla.
Es, además, un hecho que cada vez más ciudadanos extranjeros se interesan por vivir en la isla e instalar en Mallorca su hogar permanente. Es innegable el gran valor demográfico que eso aporta a las Islas Baleares, motivo por el cual el gobierno autonómico ha decidido aplicar una ley de exención al pago del Impuesto de Patrimonio para aquellos propietarios extranjeros con una segunda residencia en el territorio balear.
El Impuesto sobre el Patrimonio es una obligación tributaria de las personas físicas residentes y no residentes en España que sean titulares de bienes o derechos situados en territorio nacional. Se trata de una declaración de bienes que grava el patrimonio de contenido económico.
Con tal de favorecer a la comunidad internacional e incentivar la compra de activos en territorio autonómico, el gobierno regional ha decidido que a partir de 2024 los propietarios de residencias de lujo no paguen este tributo. Las personas extranjeras que adquieran una vivienda en la comunidad podrán ahorrarse hasta 30.000€ en impuestos cada año gracias a esta medida.
Así, el patrimonio se gravará a partir de los 3.000.000€, lo que significa que una persona extranjera solo deberá afrontar este impuesto a partir de dicha cifra. Los primeros 3.000.000€ no contarán a la hora de presentar este gravamen.
Según explica el abogado Alejandro Feliu del despacho Feliu Bellapart Abogados, “Por ejemplo, si una pareja de no residente adquiriese una casa por 5.500.000 € y pagase aproximadamente 500.000 € de impuestos por la compra, el patrimonio neto de dicha pareja ascendería a 6.000.000 €, por lo que no tendrían que abonar el Impuesto de Patrimonio al gozar cada uno de ellos de una exención de 3.000.0000 €”.
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